sábado, 23 de marzo de 2013

BIENVENIDO PAPA FRANCISCO I




Parece que el nuevo santo padre está empezando muy bien. Pretende ser el papa de los más necesitados. Esperemos que vaya por ese camino, y le deseamos mucha suerte en su apostolado y en su predica evangélica.


«No debemos tener miedo a la bondad», ha dicho Su Santidad.

Pero no estamos en el Paraíso, y Francisco recordó que «el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen». Y concluyó: «No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura».

Veremos si le hacen caso.


Como complemento de esta entrada, me gustaría añadir el discurso del supuesto Papa Anthony Quinn en la película “Las sandalias del pescador”.

Esta tarde por una ventana del palacio del Vaticano ante una plaza de San Pedro abarrotada de público, el nuevo Papa ante el asombro general, pronunció estas palabras:

“Aun cuando hablase todos los idiomas humanos y evangélicos si careciese de caridad yo sería como un tambor hueco o una esquila; aunque mi fe moviese todas las montañas de la tierra, si me faltase caridad, yo nada valdría… En nombre del Espíritu, enajeno todo el oro y piedras preciosas de los relicarios y, en primer lugar, las que adornan mi tiara para aliviar a nuestros hermanos hambrientos… y si en virtud de esta hipoteca, la Iglesia tiene que pordiosear como los mendigos, sea en buena hora. Yo no desmentiré esa hipoteca y por ningún concepto la reduciré. Y ahora, invito a los magnates del mundo y a todos los acomodados a compartir su abundancia con aquellos que nada poseen. “

Pienso que no va a ser así pero debiera ser así (por lo menos con el Papa Emérito Benedicto XVI no ha sido así)


viernes, 8 de marzo de 2013

8 DE MARZO, DÍA DE LA MUJER




Feliz día de la mujer.
Acompáñame, no me lleves,
Aconséjame, no me impongas.
Cuídame, no protejas.
Ayúdame, no lo hagas por mí.
Escúchame, no intérpretes.
Conóceme, no me juzgues.
Contrátame, no me ignores.
Apóyame, no me tengas lástima.
A veces la discapacidad reside más en aquel que dice no tenerla.
Somos mujeres con capacidad con los mismos derechos que los demás.
¡Hazte visible!